Hay decisiones y cambios que tenemos que tomar en la vida. Cambios que cuestan, que nos sacan de la zona confortable: una separación, un cambio de trabajo, cambiar de lugar de residencia… Tomar este tipo de decisiones no siempre es fácil. A mucha gente le gusta pedir consejos a las personas de confianza. Normalmente no pides consejo para que te den su visión. Los sueles pedir buscando apoyo, consuelo ánimo. ¿Y con qué te encuentras? Con todo lo contrario. ¿Por qué? Porque tus cambios implican cambios para ellos, cambios que no quieren tener. Y eso les complica la vida. Cambios a los que ahora deben adaptarse. Por eso mucha gente te boicotea, te critica, te rechaza, te deja de lado. Por duro que aparezca, la gente es muy egoísta. Y prefieren que tu sigas con tu vida marchita antes de tener que adaptarse ellos. A la gente le importa menos que tú seas feliz. Lo que les duele es que con tus decisiones les cambias su vida.
Así que no importa que te apoyen o no, solo importa que respeten tu decisión. Uno cree que la gente que te quiere siempre va a estar ahí. Lo solemos pensar porque cuando todo va bien, todo el mundo está para arrimar el hombre. El nivel de bienestar que has tenido hasta ahora te ha impedido ver la realidad. Pero cuando aparecen las dificultades es cuando te das cuenta de quien arrima el hombro y quién se siente contrariado por tus cambios.
El que quiera estar contigo que esté, y el que no, que no lo haga. No puedes esperar cumplir las expectativas de otra persona. Serás muy infeliz si vives ese tipo de vida. Si lo que estás rompiendo es tu relación de pareja, seguro que él o ella te diría que no lo hubieran hecho nunca, que no se lo esperaban. Tampoco tú hace unos años. La vida cambia y tienes derecho a vivirla según tus valores, expectativas y con aquello que crees que te hará más feliz. No trates de convencer a nadie de tus cambios. Solo reafirma tu decisión, pero no te justifiques.
Por cierto, ¿cuándo se tiene que romper una relación que no funciona? Hoy. Mantener una relación que no funciona es una equivocación. No tiene sentido ninguno. El amor es algo para asentirlo y disfrutarlo. Estar con alguien que no sientes y no disfrutas es un absurdo y es muy complicado. Cuando tomas una decisión como la de separarte, todo parece muy complicado. Sabes que tu decisión va a afectar durante un tiempo a la estabilidad de tus hijos, a la de tu expareja, a la de todos, también la tuya. Te sientes culpable, y mucho más cuando el matrimonio no tenía problemas aparentes…salvo el “incomprensible” problema de ya no te amo, ya no te quiero, ya no te deseo. Es entonces cuando sueles tomar la posición felpudo permitiendo a los demás que te traten de forma indigna. Como te sientes culpable por la decisión, dejas que los demás te critiquen, te digas que estás loco, que no sabes lo que haces, que te hagan reproches…No permitas que te critiquen, te humillen o te falten el respeto. Puedes decirles algo así como “Estoy tomando una decisión que te afecta, y siento sinceramente que te afecte, pero eso no te da derecho a que me faltes el respeto”. Mereces una vida digna y una vida que te haga feliz, incluso si tienes que tomar decisiones que afectan a terceros. Es importante tener esto claro. El respeto que te tengan los demás pasa por el respeto que te tengas a ti mismo.
Para dar cambios hay que ser muy valiente. Y para nuestros hijos es una lección de vida muy importante. Igual ahora no la entienden, pero en el futuro la entenderán y aprenderán a luchar por sus sueños en lugar de resignarse por no alterar la vida y aprobación de otros.
Deja de juzgarte y no permitas que otros te juzguen. No comuniques tus decisiones pidiendo permiso, da la noticia simplemente informando. No te justifiques. No abras la puerta para que la gente te dé consejos no queridos. Protege tu dignidad y protege tu autoestima. Tienes derecho a al elegir la vida que crees que te vaya a hacer feliz. Así que transmite tu decisión con seguridad y determinación. No pidas consejo, no pidas apoyo, solo informa de que lo que va a pasar.
¡Eres mayor de edad?, ¿Tienes independencia económica? Pues tira adelante y trata de ser feliz. Tenemos que aprender a vivir con la idea de decepcionar a la gente si queremos ser felices. Y no pasa nada. Podemos vivir sabiendo que hemos decepcionado a la gente si el precio era vivir nuestra vida. Olvida la necesidad de que la gente tenga que estar contenta y satisfecha contigo. Es imposible. Cuando te equivoques, responsabilízate de tus decisiones.
Esta vida se trata de vivirla. Proponte vivir hasta que te mueras.