Mi querida paciente Ana, querida de verdad. Le tengo tanto aprecio y me cae tan bien que de vez en cuando me permito la licencia de decirle alguna animalada de las mías. Pues Ana del alma, ayer me dio una sorpresa en la sesión y me dijo “Patri, me despido de la ansiedad”. Hoy me ha mandado su carta y con permiso para publicarla. Su intención, además de desprenderse por fin de ella, es animar a todos los que estéis atrevesando este momento y deciros ¡¡¡QUE SE PUEDE SALIR!!!
Os dejo su relato, es genial.
Hola,
Llevas conmigo 10 años y nunca te he escrito, lo hago ahora porque estoy ya cansada, te he dicho mil veces que no te quiero en mi vida y tú siempre ahí fastidiando. Así que te escribo para que el viento no se lleve las palabras.
Empezaste en mi vida sin yo darme cuenta, recuerdo las primeras semanas contigo, eran horribles, durante meses no salí de casa, tenía muchísimo miedo, ni siquiera reía…fue un auténtico calvario.
Ese año empezaste conmigo yo empezaba mi carrera universitaria, así que me hice un poco fuerte, pero tú no me dejaste, no salí ni un sólo dia de fiesta con mis compañeros durante tres años de carrera, ni me quedaba en la cafetería como hacían todos y todo por tu culpa.
Pasaron los años y seguías a mi lado, no me dejabas ni en vacaciones, ni en los exámenes, ni de tiendas, es más cuando decidía salir ahí venias y te revelabas dejándome en ridículo y no sólo lo pasaba yo mal, sino quien estaba conmigo. Me sentía aún peor por esa situación alado de mi madre, mi novio o quien estuviera conmigo. Ahora no quiero que esas situaciones vuelvan a repetirse más, ya ha habido bastantes. Quiero dejar la ansiedad y vivir tranquila y feliz.
Hace tiempo conocí a Patricia, una psicóloga especial y genial, me ayudó de verdad y me dio todas las herramientas necesarias para abandonar esa cosa pesada que siempre quiere estar conmigo y que le encanta vivir a mi lado día tras día. He pasado temporadas geniales y otras menos,pero creo y sobre todo quiero seguir sin tí o contigo, pero hacer mi vida. Según Patri, “yo puedo ser como yo quiera” y después de diez años con ansiedad, he decidido ganarle la batalla, dejarla en casa y no permitirle estar conmigo más.
Es difícil, pero posible. Hay que exponerse. No es peligrosa, es incómoda. Deporte. Alimentación. Descanso. Reír. Dejar de evitar. Etc.
¡¡¡Yo y tú podemos conseguirlo!!!