El amor no es sufrir, no es aguantarse, no es resistir, no es por los niños ni por el que dirán, ni porque perderemos a los amigos en común. El amor es quererse, es afecto, es disfrutarse, es desearse, es complicidad, es comunicación, es sexo, son desavenencias y son soluciones, algún contratiempo y sus reconciliaciones.
Nos emparejamos pensando que nuestra relación será un proyecto bonito de futuro, pero no siempre la relación de pareja cumple con las expectativas que teníamos al principio. Normalmente somos consciente de cuándo nuestra relación de pareja no funciona, tratamos de salvarla cómo sea, pero siempre es posible. Y en esos casos no se debería forzar. Deberíamos tomar decisiones que nos permitirán ser felices solos o con otra relación de pareja. Deberíamos dejar marchar a quién ya no desea seguir compartiendo su vida con nosotros.
¿La terapia de pareja salva todos los problemas? ¿Todo tiene arreglo? En este taller veremos los casos en los que es preferible tirar la toalla antes que seguir forzando algo que se repele. Una retirada a tiempo te puede ahorrar mucho sufrimiento.