Cara a cara con tus miedos e incertidumbre
- Experiencias del pasado
Tú no eres tu pasado, eres tu presente.
Coge papel y lápiz y actúa:
- Si fuera posible, entendimiento
- Si fuera posible, solución
- Si nada fuera posible, aceptación.
- Ya lo siento, la vida tiene su parte injusta.
Para aceptar puedes…
?Lo primero que tienes que haces es pensar es, ¿esto que lleva tiempo atormentándome es algo que yo pueda cambiar, retroceder en el tiempo para vivirlo de otra manera?
?Deja de hacer relaciones, es parte de nuestro dolor: si soy buena persona, merezco una vida feliz. Esta regla no existe en la vida de ahí fuera.
?Dejar de juzgar y contemplar los sucesos de forma más objetiva, quitará dolor. Todo lo que juzgas, a todo lo que le atribuyes una razón, un motivo, la mayoría de las veces sin conocerlo, también te hace sufrir. Deja de pensar cómo deberían haber sido las cosas. Son como son.
?Deja de buscar el motivo de por qué ocurrió y por qué a ti. Tenemos la necesidad de tener todo bajo control. Pero no todo tiene una explicación.
?Aceptar es no dialogar con tus pensamientos limitantes, críticos, negativos. Deja de hablar con ellos.
?¿Qué va bien en ti? Solo el hecho de desplazar el foco a lo que sí funciona, hará que aceptes lo que va mal y que deje de incordiarte.
?Sé agradecido con la vida y con lo que te rodea.
?Ilusiónate con proyectos y personas que puedan hacerte feliz, con los que compartas valores y que te llenen de energía.
?Trabaja tu atención, ¿qué está pasando en este momento? Hay muchas cosas que te pierdes de la vida por no prestarles atención. Suceden, pero no las ves.
?Deja de implicarte, no es tu batalla. Aceptar implica elegir: decido que esto me quite mi paz o decido que no sea así.
- Experiencias traumáticas
- Escribe un abanico de posibles alternativas a tu interpretación catastrófica.
- La tuya seguro que es válida, no sé en qué porcentaje, pero las otras también pueden serlo.
- El peligro de anticiparte
El proceso de anticipación lleva a la profecía autocumplida. La mente encuentra lo que va buscando. Y esto se debe a nuestro foco.
- Entrena tu atención. Prepárate para algo positivo. Aprender a prestar atención a lo que suma, a lo que da tranquilidad, también requiere ejercicio
- ¿cómo quiero vivir esta situación
- Visualiza
- Lleva un diario
- Falta de recursos y de preparación
- Lo controlable, bajo control.
- Preparación.
- Necesitas información, entrenamiento y repetición.
- Y busca apoyo social.
- El propio peligro de la situación
- ¿Pone en peligro mi vida, mi salud, mi economía, mi profesión, a los míos…?
- ¿Puede cambiar drásticamente mi vida?
- Imitación
¿Sabías que la mayoría de los miedos son aprendidos? Trata de entender quién te contagió este miedo. Y recuerda algo muy importante, no es tuyo. No naciste con él. No necesitas quedártelo.
- Decide qué relación vas a tener a partir de ahora con tu miedo.
- Empieza por dibujarlo y relacionarte con él en los términos que tú decidas.
- Falta de control e incertidumbre
Aprende a vacilar a tus miedos:
- Anota tus miedos no controlables. Déjalos “dormir” en esa libreta, que tu cerebro sepa que están ahí. “No puedo entretenerme contigo”, “Sólo eres un miedo, no eres una verdad”
- Miedo al miedo
¡Ojo con la hipervigilancia!
Algo que intensifica mucho nuestras emociones es querer saber más de la cuenta.
- ¿Por qué me siento así?
- ¿Qué he hecho yo para merecer esto?
- ¿Por qué soy yo así?
- ¡No debería sentirme así!
- Aprende a surfear tus emociones, no son ni buenas ni malas.
- No evites. ¿De quién te fías más, de tu yo pensante o del yo que percibe?
- Expansión. Hagámosles sitio a nuestras emociones.
- Sólo observamos emociones, no las juzgamos ni pensamos en ellas.
- 10 respiraciones profundas, muy, muy lentas.
- Y sólo observa.